Aprovechando unas tiras de cuero de varios colores, armé estos brazaletes. Son un tanto trabajosos, pues hay que recortar el cuero (muy duro), cortar el forro de carpincho y pegarlo.
Una vez pegado el forro, se perfora todo el borde. Se elige un hilo que combine bien con los colores del cuero, y se borda toda la orilla.
Finalmente se ponen los broches y están listos
los brazaletes para la próxima exposición.
Aquí algunos que llevé a la muestra del Día del Patrimonio Cultural. Una bonita forma de aprovechar los restos de cuero que no se podrían utilizar en otra cosa.
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