A veces, al ordenar los escritos, trabajos, materiales y cosas que vamos juntando producto de nuestro quehacer y/o hobbies, nos damos cuenta que no hay mueble o escritorio que soporte todo lo que reunimos o acumulamos con el tiempo. Con el propósito de guardar o ubicar en un lugar todos esos objetos, construimos este mueble tipo armario-biblioteca, con madera reciclada. Toda la madera se obtuvo de la remodelación de una cocina. Lo bueno es que lo diseñas pensando en los objetos que vas a poner: archivadores, cajas, tubos de planos, frascos con pinceles y brochas, etc, etc. es decir, todo lo que pueda: entra o cabe. Lo otro a favor es que siendo rústico, no tienes que preocuparte por materiales pesados o toscos, como piedras, trozos de madera y otros, como en este caso, que puedan dañarlo y lo mejor, que lo limpias con paño húmedo y listo.
Una buena solución a la falta de espacio y de mueble, hecho con tus propias manos y a bajísimo costo. Sólo la pintura se compró.
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